Musica y Salsa
Blog elaborado para aprendizaje aficionado de la Salsa
martes, 25 de febrero de 2014
Primera entrada
Se elabora esta primera entrada para conocer la secuencia como voy elaborando el blog
Comics
Importância Sobre La Temática HACIENDO USO De Las Herramientas De Diseño De Tiras Cómicas o Comics
Sesame Street: Celia Cruz canta la canción de Songgo
lunes, 24 de febrero de 2014
Presentación del Personaje
Damaso Perez Prado
Dámaso
Pérez Prado “El Rey del Mambo”, nació en Matanzas, Cuba, el 11 de diciembre de
1916. Allí estudió piano, composición y arreglos, para desempeñarse como
pianista es su ciudad con orquestas locales. En 1941, emigra a La Habana donde
interpretó con muchos ensambles, entre ellas Cubaney de Pilderó, el de Paulina
Álvarez y CMQ Radio, en los cabarets Kursaal, cercano al puerto de La Habana
Vieja, y Pennsylvania de la playa de Marinao. En 1943 lo tenemos como pianista
de la recordada orquesta Casino de la Playa, arregla también, notándose en
ella, el inicio de su futuro estilo producto de experimentos con elementos del
Jazz, ritmos y melodías cubanas. Poco después, para 1945 aproximadamente
orquesta su primer grupo que llamó Conjunto Pérez Prado, graba algunos discos
para el sello RCA Víctor sin mayor trascendencia exceptuando el No. 230463A que
con creación de Faustino Miró y Pepé Delgado, la voz, nada menos que de la
portorriqueña Myrta Silva, se dejan oír con el famoso tema “El tumbaíto”. Una
guaracha-son que nuestra América bailó. Por el lado opuesto, Myrta de su
inspiración, en tiempo de guaracha interpreta “Aquí estoy”. Puede ser este
78RPM el primero de su vasta discografía.
Durante este mismo período se dedica como arreglista a trabajar
para otros. En Caracas, Venezuela, aseguran estudiosos de la música lo hacía
para la legendaria orquesta caraqueña de Alfonso Larrain. Concebido ya su Mambo
con elementos básicos del que nosotros conocemos lo presenta como proyecto a la
misma RCA y es rechazado por falta de entendimiento. Optimista viaja a México
aconsejado por Francisco “Kiko” Mendive que figura era en la patria de Juárez.
Así llega al Distrito Federal mexicano en 1946. Se hace arreglista y pianista
de varias orquestas locales. Asistido por Kiko, Ninón Sevilla, vedette, actriz
cubana, que tenía a Hispanoamérica embrujada con sus caderosos bailes en
películas mexicanas, y el bongocero Clemente “Chicho” Piquero que consigue
permiso migratorio y del Sindicato de Músicos del Distrito Federal, igual que
lo hizo para Benny Moré, se estabiliza.
Este cuarteto de cubanos se acentúa conforme el tiempo, Clemente
se hace su bongocero, Kiko cantante, Ninón bailarina, mientras afianza su idea
creativa y orquesta. Para 1948 el Mambo en México comienza a gustar entre el
público general. Hace con Joaquín Pardavé la película “Del Can-Can al Mambo”,
actúan también Abel Salazar y Pedro Vargas cantando. Aquí Dámaso nos regala:
¡Qué rico el Mambo”, “Mambo Latino”, “La chula linda”, “Mambo Baklán”,
“Muchachita”y “Mambo en Sax”. En el filme “El pecado de ser pobre”, Bobby Capó
pone voz por primera vez al Mambo en películas porque en vivo Kiko Mendive lo
hacía. Mendive, posterior daría paso a Benny Moré. Chicho Piquero con su bongó
pone distinción al sabroso y rítmico tema “Caballo negro”. Actúa en el Teatro
Margo llenando diario y alternando con Luis Arcaraz. En 1949 hace arreglos para
la película “Perdida” en que Agustín Lara, Ninón Sevilla y el torero del
momento, Antonio Velázquez, forman el triángulo amoroso básico del drama. Ninón
dobla la voz de Rita Montaner y Pérez Prado hace solos de piano, participan
también Pedro Vargas, Los Panchos con Hernando Avilés que canta canción tema
del filme. Coopera, asimismo en la cinta “Aventurera”. Es también el año en que
el Mambo cruza fronteras mexicanas con el 78 RPM “Qué rico Mambo” y “Mambo
No.5”. El mundo comienza la Mambomanía. Las Dollly Sisters, dos hermanas
cubanas bien formadas y bellas se convierten en las primeras Mamboletas. Inicia
viajes por todo el país dándole mayoría de edad a su ritmo. El Car’efoca, como lo
apodan, con pleno dominio secciona su invención en dos: “Mambo Kaém” cuando
lento y melódico, ejemplo “La chula linda”, y “Mambo Batiri” cuando rápido y
rítmico, “Martinica y Batiri RCA”, lo son. En 1950 filma su cinta por
excelencia “Al Son del Mambo”, en que se sobra con el piano, actúan Adalberto
Martínez “Resortes”, Rita Montaner y Las Dolly Sisters (hermanas Vásquez).
Luego hace “Dancing” (Salón de baile), Fernando Fernández canta con la banda y
Gonzalo Curiel con su orquesta hace presencia. En “Víctimas del pecado” (1953),
Ninón, Rita Montaner y él mismo se roban el espectáculo. Sin embargo, las
primeras grabaciones de Pérez Prado para la RCA Víctor mexicana las hizo en
1948 con piano y ritmos solamente en los temas “El manicero” y “Tacuba”,
seguidas por “José” y “Macome”, ya como Kaém. A lo largo de su fructífera
carrera desarrolló otros subgéneros como LA CHUNGA, EL SUBY, EL TACONAZO, hasta
llegar entrados los sesenta que con EL DENGUE se ayuda a permanecer en el
estrellato. En EL DENGUE introduce un elemento rítmico nuevo al usar un ring de
hierro, de los camiones de antes, que percutido bajo una misma composición
rítmica, sistemática y constante, hace sonar el Mambo en forma diferente, rica,
auténtica, ejemplo “El tartamudo”. Polémica fue su carrera no así su vida
privada, muy correcta por cierto. El primer debate es por la nacionalidad del
Mambo, mientras los cubanos se la acreditan por ser el ritmo cubano básico en
su invención y ser Don Dámaso natural de la isla, los mexicanos afirman que
Cuba lo rechazó y en México formó su banda con elementos nacionales, grabó sus
discos, proyectó con películas y abrió todas las puertas posibles. Por otra
parte los gringos reclaman que es una progresión Jazz. Todos tienen razón, lo
dicho por cada uno de los tres bandos es cierto. Por eso el negrito feo pero
genial compuso e interpretó “El Mambo es Universal”. Otro debate, feo éste,
entre cubanos, es una corta lista de célebres músicos que se autoproclamaron y
aún lo hacen creadores del Mambo, sin tener ellos ninguno popular, conocido, y
sus orquestitas con sonoridades divorciadas del Mambo por nosotros disfrutado.
Recién vi por video un atrofio de película musical, “Los Reyes del Mambo”, con
el actor español Antonio Banderas, basada en la novela de Oscar Hijuelos, donde
completamente lo descartan e ignoran, la banda sonora es full antimambo, es...
no se qué, Salsa brava quizás ¡Qué feos son los complejos!”. El único “Rey del
Mambo” falleció en la ciudad de México Distrito Federal el 14 de septiembre de
1989. Sus restos descansan y descansarán para siempre allí, los mexicanos lo
quieren, sin duda, más que los cubanos, sino pregúntenselo al impostor de
“Cachao” y productores de “Los Reyes del Mambo”.
Presentación del Personaje
Tito Puente
(Ernesto Antonio Puente; Nueva York, 1920 – 2000) Compositor y
percusionista estadounidense de origen latino. Conocido como "el rey de
los timbales" por sus vigorosas interpretaciones con este instrumento, fue
uno de los grandes difusores de la música latinoamericana en Estados Unidos.
Considerado universalmente como el padre de la salsa y el jazz latinos, dedicó
más de seis décadas de su vida a hacer música, actividad en la que dejó una
prolífica obra que abarca más de cien álbumes grabados entre 1949 y 1994.
Hasta los diez años de edad, el pequeño Tito sólo ambicionaba
ser bailarín profesional, pero tras lesionarse un tobillo mientras montaba en
bicicleta, su vocación dio un giro radical; se decidió a estudiar composición
musical y empezó a tocar con bandas locales. Considerado por su familia y
amigos un niño prodigio, su primera actuación tuvo lugar a temprana edad con la
banda de Los Happy Boys en el Hotel Park Place, y poco después, ya en la
adolescencia, se unió a Noro Morales y la Orquesta Machito.
Tras el paréntesis que supuso la Segunda Guerra Mundial, que
pasó en la marina, retomó su carrera musical. Se matriculó en la Escuela
Juilliard para estudiar dirección de orquesta, orquestación y teoría musical,
materias éstas en las que se graduó en 1947 con las mejores calificaciones a la
edad de veinticuatro años. Por aquel entonces conoció a Charlie Spivak, a
través del cual Puente comenzó a interesarse por la composición para big
band.
Durante su estancia en la Escuela Juilliard Puente tocó con José
Curbelo, con Pupi Campo y con Fernando Álvarez y su Grupo Copacabana. En 1948
formó su propia banda, los Picadilly Boys, pronto conocida como la Orquesta de
Tito Puente, con la que grabó su primer éxito, Abaniquito, para la
firma Tico Records al año siguiente. En 1949 firmó un contrato con la casa RCA
Victor y grabó el sencillo Ran Kan Kan.
Los éxitos de Tito Puente empezaron a llegar con la década de
los cincuenta, momento en que el mambo gozaba de la máxima popularidad; grabó
algunos grandes temas que se convirtieron en favoritos de la radio, como Barbarabatiri, El
Rey del Timbal, Mambo la Roca y Mambo Gallego.
Con la firma RCA editó Cuban Carnival, Puente Goes Jazz, Dance
Mania y Top Percussion, cuatro de sus álbumes más
populares.
Hacia 1960 Puente se encumbró como el principal músico de mambo
de la década y, con su fama ya consolidada, a finales de la misma desarrolló
una singular fusión de mambo, big band y jazz. Resumió así en su persona el
movimiento de fusión de la música latina y el jazz de la época.
Empezó también a colaborar de forma asidua con otros músicos,
como el trombonista Buddy Morrow, Woody Herman y con los músicos cubanos Celia Cruzy
La Lupe. En 1963 grabó para la Tico Records, arropado por Carlos Santana (con
el que grabaría también Para los rumberos en 1974), el tema Oye
cómo va que introdujo la música de Puente en una nueva generación. En
1967 Tito dio a conocer sus composiciones en la Ópera Metropolitana del Lincoln
Center.
Su música no se puede
catalogar como salsa hasta la década de los setenta, ya que también contenía
elementos de big band y de jazz en su composición. Una de las giras más
importantes fue la realizada en 1979 a Japón, por las posibilidades de abrirse
a la audiencia oriental. Tras su regreso de Japón, el músico actuó para el
presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, en la celebración Mensual de la
Herencia Hispana. Ese mismo año recibió el primero de los cuatro premios Grammy
con que fue reconocido a lo largo de su trayectoria por A Tribute to
Benny More. Los otros llegaron en 1983 por On Broadway, en 1985
por Mambo Diablo y en 1989 por Goza MiTimbal. Contó, además, con otras ocho nominaciones al premio,
más que ningún otro músico anterior a 1994.
Presentación del Personaje
Frank Grillo (Machito)
Frank
Raúl Grillo, nombre verdadero de Machito, nace en La
Habana, (Cuba) el 3 de diciembre de 1906. Creció escuchando jazz y música
popular cubana, y comenzó a cantar cuando todavía era un adolescente. Entre
1928 y 1937, Machito actuó con muchas de las orquestas de
baile más populares de Cuba, entre ellas el Sexteto Occidente de
María Teresa Viera y el Sexteto Nacional de Ignacio Piñeiro.
Fue en este período cuando conoció al compositor, arreglista y
multi-instrumentista Mario Bauzá. Desde entonces, y durante las décadas
siguientes, Machito y Bauzá trabajarían juntos, conformando un binomio que
revolucionaría la música latina.
Machito,
llega a Nueva York en octubre de 1937, hallando un puesto como cantante en un
grupo llamadoLa Estrella Habanera. Durante los dos años siguientes, Machito, grabó
con el "Cuarteto Caney" y la Orquesta Hatuey.
En 1939 Mario y Machito intentaron formar una orquesta, pero fracasaron.
Durante una sesión realizada en 1941 en la que participó un joven baterista de
nombre Tito Puente, Mario y Machito realizarían sus primeras
grabaciones "Sopa de Pichón" y "Tingo
Talango", todo un éxito en el mercado latino. Machito y Bauzá
querían combinar la música cubana con la que habían crecido, con los sonidos
del jazz que por aquél entonces se hacía en Nueva York, y a Mario se le ocurrió
que un nombre apropiado para esa combinación podría ser "Afrocubano".
Finalmente,
el sueño se haría realidad en 1943, cuando grabaron "Tanga", tema
considerado como la primera grabación de jazz afrocubano. De allí en adelante,
la agrupación de Bauzá y su amigo Frank sería conocida como 'Machito y
sus afrocubans'. El Jazz Afrocubano tendría su gran presentación en
sociedad el 24 de enero de 1947, cuando Fred Robbins, incluyó a los Afrocubans de 'Machito' en
la presentación que haría esa noche Stan Kenton, en el Town Hall de
la ciudad. Dos semanas después de esa noche apoteósica, la banda de Stan Kenton, grabaría
un tema titulado 'Machito', en su honor. Durante los primeros años 60's, la las
flautas y violines dominaban la fiebre de la charanga y la pachanga, pero Machito continuaba
grabando discos con su característico sonido de cañas y bronces. Entre 1965 y
1969 predominó la moda del boogaloo y de allí en adelante hubo
un dominio de pequeños grupos musicales que utilizaban el formato del conjunto
típico, lo cual llevaría al gran boom de la salsa. El 5 de
enero de 1975, la banda de Machito, en compañía deDizzy Gillespie,
interpretó en vivo en la Catedral de San Patricio de Nueva York, la
suite 'Oro, Incienso y Mirra' original de Chico O'Farril;
poco después grabaría junto al mismo Gillespie 'Afro Cuban Jazz
Moods', álbum nominado al Grammy ese mismo año.
Mientras Machito, se hallaba en Londres con ocasión de una actuación
en el Ronnie Scott's Club, sufrió un ataque al corazón, falleciendo cinco
días después víctima de una hemorragia cerebral. Con posterioridad a su muerte,
fue estrenado el documental: 'Machito, A Latín Jazz Legacy',
dirigido por Carlos Ortiz y con la participación de Dizzy Gillespie, Ray
Barretto, Tito Puente y Charlie Parker. Se estrenó en
Noviembre de 1987 y transmitido en las Islas Británicas en el famoso Canal 4 en
enero de 1989. Machito será siempre recordado como el Padrino del Jazz
Afrocubano.
Presentación del Personaje
Pedro Nicolas Justiz Rodriguez
La música cubana está
llena de personajes extraordinarios; gigantes de la talla de Celia Cruz, Beny Moré, Pérez Prado, Machito y Arsenio Rodríguez. Sus
contribuciones al desarrollo de la música latina fueron tan monumentales que
hasta el día de hoy son recordados y homenajeados.
Pero la edad de oro de la músicacubana —digamos, la época que abarca las décadas
de los 40 y 50— también albergó al genio creativo de un grupo de artistas que
por razones diversas no conocieron la fama a un nivel masivo. Afortunadamente,
el paso del tiempo y la prolija reedición de los discos de antaño por parte de
compañías especializadas nos da hoy la oportunidad de descubrir y revalorizar
los tesoros del pasado.
Ese es el caso de Peruchín, quizás el pianista más elegante de
toda lamúsica
cubana y uno
de los primeros en combinar la estética del jazzestadounidense con los formatos bailables de Cuba.
Maestros de la salsa como Eddie
Palmieri y Papo
Lucca, el tecladista de la Sonora
Ponceña, mencionan a Peruchín como una influencia indispensable.
Uno de los pasos más importantes para hacerle justicia al legado
de Peruchín ocurrió en 2005, cuando el sello Tumbao editó una caja de tres CDs
titulada El Marqués del Marfil, refiriéndose a Peruchín como un
“genio del tumbao y la descarga cubana”. Esta excelente colección se consigue
hoy en formato de descarga digital. También hay otros discos del pianista en el
mercado, como The Incendiary Piano of Peruchín, grabado en 1960 para
el mercado estadounidense.
Pedro
Nolasco Jústiz Rodríguez nació en Cuba en 1913. A través de su fructífera
carrera, colaboró con la Orquesta Riverside y el excepcional arreglista Chico
O’Farrill. Escribió orquestaciones para Beny Moré y Olga Guillot, grabó con el
bajista Cachao y colaboró con el cuarteto Las D’Aida. Quienes lo conocieron
hablan de un hombre sencillo y tranquilo, quizás tan sutil como su propia
música.
El mambo-chá Mamey Colorao es
una de sus composiciones más notables. Peruchín podía generar el swing bailable
de las orquestas afrocubanas más fogosas, pero la hacía a través de una
sofisticación suprema, un toque aterciopelado que recuerda a virtuosos del jazz
como Oscar Peterson. Su fraseo es natural, desprovisto de complicaciones, tan
suave como la mejor música cubana de la época de las grandes orquestas y los
fastuosos salones de baile. Quizás por eso la música de Peruchín tenga más
valor hoy que la elegancia es una virtud envidiable.
Peruchín tiene la cualidad que define a los grandes de la música
tropical: Adapta los clásicos del cancionero cubano y les imprime su sello
personal, ese viboreo de los tumbaos del piano. Entre los mejores ejemplos: el Son de la Loma y Lágrimas Negras de
Miguel Matamoros; el Bilongo que
recuperó su vigencia a través del Buena Vista Social Club; las Tres Lindas Cubanas;
y la infaltable Guantanamera.
Pero como todo buen jazzista, el repertorio de Peruchín se
adentraba en otros géneros: una deliciosa adaptación de Rhapsody in Blue de Gershwin en tres minutos de sabor
concentrado; Brasil de
Ary Barroso; tiernas versiones de Laura, Over the Rainbow y The Man I Love; y
unaCumparsita que
mezcla tango con cha cha chá.
Peruchín
murió en 1977, sin recibir los honores que se merecía. La redención llega hoy,
en la era digital: La belleza de sus grabaciones ha trascendido el paso del
tiempo.
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